Las respuestas

Llegará el día en que todos fallezcamos. Y ahora les hago una pregunta: cuando ese día llegue, si es cierto que podemos saber todo aquello que queramos sobre nuestra vida ¿qué preguntarían?

Hace tiempo, navegando por youtube, encontré este precioso vídeo. Un cortometraje que muestra la historia de alguien fallecido. El vídeo nos muestra las preguntas que realiza una persona que ha fallecido, aquello que le inquietaba día a día y tiene curiosidad por saber.

En un primer momento se ciñe a hacer preguntas sobre cosas que perdió y quiere saber su paradero, tales como: ¿quién robó mi bici? ¿qué le pasó a Sam? 

Después comienza a hacer preguntas más superficiales o curiosas (depende de como quieran verlo), tales como: ¿Que es lo más cerca que estuve de un tesoro enterrado? ¿Cuantas olas monté? ¿Cuantas veces me masturbé? ¿Cuantas personas he conocido?

En un momento determinado del vídeo lanza la siguiente pregunta ¿quién era la mujer perfecta para mí?

La respuesta a esta pregunta, no le convence e intenta esquivar el tema lanzando una pregunta de lo más absurda.  Pero no puede evitar el volver a preguntar por ella, su chica perfecta.

Tras recibir todas las respuestas intenta continuar pero es incapaz de formular más preguntas, los recuerdos con Paige inundan todo su ser.

Para acabar realiza la siguiente pregunta: ¿Esto en verdad es el fin?

Sinceramente me encanta este vídeo, creo que muestra la poca importancia que le damos a ciertos aspectos de nuestra vida. Muestra que llega un momento (no necesariamente la muerte) en el cual comenzamos a valorar a personas o hechos que anteriormente no valorábamos.

Abrimos los ojos y comenzamos a ser conscientes de que hicimos algo mal. Que no es la vida la que nos tiene manía, que no nos han echado un mal de ojo (como se suele decir).

Nos damos cuenta de que fuimos nosotros mismos los que escogimos nuestro camino, renunciamos a ciertas cosas que debíamos haber mantenido y que mantuvimos otras que quizás teníamos que haber dejado ir.

Es en ese preciso momento cuando comenzamos a imaginar cómo hubiera sido nuestra vida si hubiésemos escogido el otro camino. Soñamos despiertos.

Y cuando esto sucede suele ser tarde. Por eso debemos valorar lo que tenemos.

Podemos confundirnos pero también rectificar a tiempo.